Han comenzado las presentaciones del MWC de 2014 y con ellas se ha despejado una de las incógnitas de las que más se ha hablado durante meses. Nokia, compañía que Microsoft adquirió hace algún tiempo, acaba de lanzar la nueva línea X, que se destaca por incluir como sistema operativo al máximo rival de la compañía, Android.
Android sí, pero con apariencia de Windows
Con el propósito de hacer más amplio el público objetivo al que se dirigen los teléfonos de la compañía, la nueva línea X se vale de Android, pero no renuncia a presentar la apariencia típica de los terminales con Windows Phone, por lo que tendremos un teléfono que identificarán claramente los usuarios de estos terminales con las aplicaciones del universo Android.
La nueva línea de teléfonos de Nokia se vale de la tienda oficial de aplicaciones de la marca para ofrecer cientos de miles de las apps que se pueden encontrar en Google Play Store, a las que se suman las de Windows y los servicios de Microsoft. Sin embargo para el desarrollo de aplicaciones será necesario que los programadores utilicen las APIs de Microsoft, no las de Android.
Todo apunta a que se trata de una estrategia con la que Nokia busca hacerse un hueco entre los terminales de gama baja, una vez que se ha comprobado que Asha no ha funcionado en el mercado europeo.
A pesar de todo, la noticia no ha cogido por sorpresa a demasiada gente, pues la posibilidad de que apareciera un terminal de Nokia con el sistema operativo de Google se barajaba como una opción desde hace años, aunque la sorpresa ha sido que se hayan decidido una vez que Microsoft se ha hecho con la marca.
Tras el anuncio hace tan solo unos días de 
Algunos han argumentado que se trataba de un secreto a voces, pues tras la caída de la compañía finlandesa, que no se ha podido recuperar de sus pérdidas, y los más de dos años de colaboración instalando el sistema operativo de los de Redmond en los teléfonos más altos de la gama, el siguiente paso evidente era que el pez grande se quedara con el pequeño.
