La ciudad belga de Amberes está realizando pruebas con un sistema muy peculiar para evitar que los estudiantes copien en los exámenes. Concretamente están utilizando drones con cámaras que sobrevuelan el aula, lo que permite a los profesores tener más controlada toda la clase y localizar cualquier intento de hacer trampas. Esta ha sido una medida muy criticada, y no son pocas las voces que se han levantado contra el empleo de estos drones, que consideran un atentado contra el derecho a la intimidad de los alumnos. También se han quejado del hecho de que las hélices de estos aparatos producen un ruido muy molesto y el aire que levantan mueve los papeles que los alumnos tienen en la mesa. También hay quien se queja de que las baterías solo duren 15 minutos, lo que obliga a tener varios de estos drones preparados para sustituir al que se agota, lo que incrementa el coste de esta medida. El modelo elegido para estas tares es el DJI Phantom equipado con una cámara que envía las imá...