Las capacidades que tiene el grafeno en el mundo de la comunicación parece que no han tocado techo, y una muestra es la última invención que se ha desarrollado gracias a este material. Se trata de una antena creada con nanotecnología capaz de alcanzar velocidades de transferencia de datos de hasta cien Terabits por segundo a distancias cortas, lo que supondría que en redes internas se podrían enviar millones de datos en pocos segundos entre equipos.
Para conseguirlo es necesario disponer de dos pedazos de grafeno de hasta 0.1 micrómetro (100 nanómetros) de ancho por un micrómetro (1000 nanómetros) de largo y colocarlos en el sitio concreto dentro de la antena. El problema a día de hoy es el elevado coste que tiene este material, lo que encarecería mucho la creación de este tipo de tecnologías. Lo que sí es seguro es el hecho de que este material tiene una gran importancia para el desarrollo de nuevas tecnologías relacionadas con la comunicación inalámbrica, lo cual lo convierte en un serio candidato para la red de quinta generación que se está empezando a desarrollar y la cual espera ver la luz alrededor del año 2020. Será entonces cuando veamos si el grafeno sigue siendo tanto o más importante como parece ser que será en muy poco tiempo.