Hace unos días se produjo un cambio de paradigma en el mundo de la inteligencia artificial, ya que el test de Turing ha sido superado por primera vez en 65 años por una máquina, haciendo creer a un grupo de personas que en realidad era un niño ucraniano de 13 años.
El comienzo de una nueva era
La supercomputadora Eugene Goostman es el comienzo de una nueva era para la inteligencia artificial, ya que los investigadores están pensando en nuevas formas de imbuir ordenadores con rasgos que hasta ahora sólo pertenecían a los seres humanos.
Por ejemplo, en educación se podría crear un super-profesor en línea para un MOOC. Imaginemos un ambiente de aprendizaje en línea donde un chatbot personalizado podía reconocer cuando nos estamos quedando atrás o somos incapaces de comprender ciertos conceptos y luego responder en línea de una manera en la que incluso se podría creer que estamos siendo tutelados por un profesor humano.
En medicina se podría programar un médico virtual con la capacidad de enviar un mensaje con un tratamiento o un diagnóstico como si fuera un médico humano el que nos responde.
¿Estamos frente a un nuevo sistema en el que las máquinas conseguirán tomar sus propias conclusiones? Eso todavía esta por demostrar, aunque los más catastrofistas están preparándose por si acaso…